La importancia de las "5 Cs", según el proyecto InSPIRE, se centra en el desarrollo integral de sistemas agrivoltaicos. Estas "5 Cs" son:

1. Clima: Analizar y adaptar las instalaciones agrivoltaicas a las condiciones climáticas locales para un rendimiento óptimo.
2. Configuración: Diseñar la disposición de paneles solares que coexista eficazmente con la agricultura.
3. Cultivos: Seleccionar cultivos y prácticas agrícolas que se beneficien mutuamente con la energía solar.
4. Compatibilidad: Asegurar que las instalaciones agrivoltaicas se integren sin problemas con las prácticas agrícolas existentes.
5. Colaboración: Promover el trabajo conjunto entre todas las partes interesadas para desarrollar sistemas agrivoltaicos sostenibles.

En resumen, las "5 Cs" subrayan la importancia de un enfoque holístico y sostenible en la agrivoltaica, asegurando beneficios tanto económicos como ambientales, y promoviendo la armonía entre la energía renovable y la agricultura.

 Esta imagen ilustra distintas configuraciones de sistemas agrivoltaicos, donde la producción agrícola y la generación de energía solar se combinan eficientemente. En la configuración tradicional, los paneles solares se disponen en filas, con cultivos que crecen entre ellas, mientras que la ganadería puede coexistir con el espacio debajo de los paneles. Los servicios del ecosistema, como la vegetación nativa, también se integran debajo y entre los paneles para beneficios ambientales adicionales. Las configuraciones alternativas muestran opciones más innovadoras, como montajes reforzados y verticales para una optimización del espacio, y estructuras elevadas que permiten la ganadería debajo. Además, los invernaderos solares representan un enfoque híbrido donde la producción de cultivos y la generación de energía ocurren en el mismo espacio, maximizando la eficiencia y la productividad. 

 La imagen compara el uso tradicional de la tierra con un enfoque agrivoltaico. Arriba, se muestra un uso separado: un hectárea de trigo y otra para generación solar, resultando en 100% de producción en ambos. Abajo, el uso combinado de la misma superficie aumenta la eficiencia en más del 60%, con paneles solares sobre los cultivos. La primera combinación produce 80% de trigo y electricidad solar, mientras que la segunda duplica la eficiencia a 160% para ambos, demostrando cómo la agrivoltaica puede potenciar la producción de alimentos y energía en la misma área.